miércoles, 12 de septiembre de 2007

Accediendo al consejo.

¿Nunca os ha ocurrido que no sabéis qué queréis? Yo creo que a todos nos ha pasado alguna vez. No ante una simple decisión, si no ante las decisiones que cambiaran tu vida. Los nervios se contraen, se relajan, se contraen, y terminan en la garganta, deshaciendo y tejiendo nudos a su antojo. Un "sí", un "no"... un "adiós", "perdón"... Resulta gracioso, porque por regla general cuando pasa la tormenta y sentimos la calma, todo nos parece una tontería, aunque esto suele ser producto del día celeste.
¿Nunca te has sentido intruso incluso en tu propia casa?... Como sí lo que verdaderamente es tuyo dejara de serlo en cuestión de segundos... O te sintieras espiado, solo... simple, "como una ameba". Resulta incluso cómico. Pero ese es el sentimiento... ¿Quién se ha preguntado alguna vez en su vida si ha pisado un organismo unicelular?... ¿Quién se ha preguntado alguna vez en su vida si te ha pisado?... ¿Entendéis?

En estas ocasiones tenemos el preciado as bajo la manga. Nuestros amigos. Esas personas que cuando pasa algo bueno están ahí todos... y cuando algo malo ocurre desaparecen. Terminas por cogerles cariño. Aunque no quieras, aunque racionalices hasta convertir tu mente en un pequeño laberinto... Terminas queriendo a tus amigos. Sean buenos contigo, sean malos, ¡incluso si no te tienen en cuenta ni para ir a un cumpleaños!... sean los peores... sean gordos... feos, flacuchos... o sean perfectos...

Pues, es a ellos es a los que acudimos a una velocidad revolucionaria... a modo de espasmo. Como el perro que ladra ante el intruso, o como el asustadizo niño pequeño que enciende la luz cuando la oscuridad lo abraza... "Hola" empiezas por teléfono, cara a cara, mensajería instantánea o en tu pensamiento... "Tengo un problema"... son las siguientes palabras, hay muchas maneras de decir esto. Pero generalmente es eso. Accedes a contárselo, y entonces esperas su consejo. El consejo sano, y libre de malas intenciones de un amigo.

Él ultimo que me han dado... me ha llevado a escribir lo siguiente... entre días y días burdeos... sintiendo como algo me oprime el pecho y tira de el hacia abajo...

"Definitivamente... ¿Qué es lo que quiero? Ni tan siquiera yo lo sé... Ojala todo estuviera más claro.
Parece que vas hacía delante. Crees que vas sobre los pasos del destino. Vas ensimismad@ en un millón de pensamientos... Me gusta, le amo, le quiero... ¿Qué ocurre? Ni siquiera te esperas que digan lo que dicen. Y, de hecho terminan diciendo lo que dicen. Es entonces cuando te das cuenta de que eres el intruso. Vas a contracorriente. La masa se dirige hasta la diversión, hacia las luces angustiosas y los sonidos extravagantes. Te das cuenta, de que eres tú, el que va hacia atrás.
Si pudieras arrojar luz al asunto, y un poco de agua clara, lo harias, todo el mundo lo haría... Pero yo, no se como se hace.
Ojala pudiera entender mi sueño...
Es como si yo fuera demasiado debil, a sus palabras, a sus gestos, a su risa. Es como si yo mismo me tambaleara, e intuyo algo que nadie me dice... y eso lo odio. ¿Quién está poniendome a prueba...? ¿O creen que me molesta más la verdad que la mentira?
¿Qué intentas decirme?...
Ojalá estuvieras aquí... dandome el abrazo que nadie puede darme..."

Generalmente... eso es lo que te lleva a escribir... un mal estado mental, un alma agujereada, y un cerebro mentido hasta la saciedad...

Suerte a vosotros.

By Dreamer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... Es un intenso parrafo, yo, siendo yo, siendo lo que pienso que es una amiga para ti, no se que pensar segun lo leo.
Mejor dicho, si se que pensar, pienso en todo, lo leo y veo momentos, a veces me siento identificada, otras me cuesta pensar que hayas pensado eso y no lo hayas dicho, otras simplemente quiero ir alli y abrazarte y decirte que te dejes llevar, que hagas siempre lo que TU quieres y de ese modo sera imposible que valla hacia atras o que hagas algo mal, por que para mi eres tu, mi amigo perfecto y el que más me ha ayudado en mi toda mi vida creo.

Te quiero, te queremos todos, y lo sabrias si escucharas cuando hablan y tu no estas (por que no lo dicen delante de ti creo >.<) de modo que siente bien, sientete querido sobre todo.

Muchos besos

Marta Santorini dijo...

Nunca se sabe quien eres realmente, ni que es lo que quieres.
Cambias constamente, a cada segundo y sólo entidiendo eso puedes dejar de rayarte.
Hay cosas que siempre querrás, aunque no siempre las tenemos muy en cuenta. Quizas aun se encuentran escondidas en algun parte de tu mente, tan sólo hay que dejarlas fluir y apareceran solas ...